Almacena tu harina adecuadamente

Ya sea harina de trigo, harina de avena o lo que se adapte a tus necesidades, siempre existe el deseo de conservarla por más tiempo para que tengas un menor costo mensual. Calcular y comprar la harina que necesita para todo el año de un molino o productor de tu confianza es un ahorro significativo de costos y tiempo.

Entonces, la mejor manera de almacenarlo es la siguiente:

Prefiere latas o barriles galvanizados, incluso frascos de vidrio, pero nunca de plástico. Es importante sellar el medio de almacenamiento para que no haya espacio para que el oxígeno y los microorganismos pasen a la harina almacenada.

Comenzamos tamizando la harina en el barril. Presionar bien para apretar la harina, creando por cada diez centímetros de harina bien prensada, tiras donde ponemos sal gruesa y hojas de laurel. Seguimos el proceso hasta que la harina llegue al tope y añadimos hojas de albahaca. Luego cerramos herméticamente y aseguramos con cera o silicona. De esta forma la harina permanece inalterada durante mucho tiempo. Puedes poner la lata en la nevera pero también en un lugar con un ambiente seco y fresco está bien.

Es importante que la lata esté bien lavada, esterilizada y seca para que no contenga ya microorganismos que puedan dañar la harina y crecer en ella.
Prefiere latas pequeñas para poner las cantidades que sabes que vas a necesitar por mes o dos meses. De esta manera, sabrás cuántas latas necesitas y no abrirás innecesariamente latas grandes a riesgo de estropear tu harina o pasar por el mismo proceso.

Para usar la harina, simplemente tamiza para separarla de la sal gruesa y las hojas de laurel, ¡y estará lista para usar!